Sé que estás buena, Escarlata,
más que la Venus de Milo,
una chica con estilo,
una mirada que mata.
Qué palmito, qué espetera,
qué canalillo que luces.
Cómo negar que seduces
siendo mujer de bandera.
Mas no te hagas ilusiones,
lo nuestro no puede ser
son sabios los corazones.
Y ya puestos a escoger,
por un millón de razones
yo prefiero a mi mujer
No hay comentarios:
Publicar un comentario